8. Alan García Pérez (1985-1990)
Nació el 23 de
mayo de 1949, es un abogado, sociólogo y político peruano. Fue presidente del
Perú en dos ocasiones: de 1985 a 1990 y del 2006 al 2011. Durante las elecciones de 1985 se puede decir que
contaba con mucho apoyo del pueblo, movía las masas y mucho de esto se debía a
que era un hombre joven, tenía habilidades natas de orador y un radicalismo
espectacular.
Aspecto económico
Durante los primeros días, el ministro de economía
Luis Alva Castro anunció que se cancelaría la deuda externa que ascendía a 14
mil millones de dólares sin tomar medidas extremas.
En un principio los resultados fueron positivos. La
inflación había bajado a 3,5%, la economía estaba mejorando. Sectores que
tenían demanda interna como la manufactura, agricultura y construcción
crecieron. En 1986 la economía creció 10%.Era de disfrutarlo ya que era el
mayor crecimiento desde la década del 50.
Un problema era que el estado casi no percibía mayores
ingresos, otro era que la capacidad productiva estaba llegando a sus límites.
Hacía falta inversores que estén ahí
sacando adelante el país, por lo que una vez más se trajeron
extranjeros.
La devaluación del inti se debió a la poca confianza
que tenía el pueblo por lo que se vieron obligados a cambiar todos sus intis a
dólares. El presidente García tuvo que congelar el cambio inti – dólar.
En 1987 la crisis en la balanza de pagos y en las
reservas internacionales era evidente. Sin embargo, el Estado Peruano continuó
la prosperidad falaz hasta 1988. Al mismo tiempo, tuvieron que aceptar la
devaluación del inti, la subida de sueldos y de precios.
La política económica del Estado Peruano empezó a caer
en contradicciones. Por un lado, el Gobierno buscaba el contacto directo con
los empresarios importantes con el fin
de persuadirlos a invertir en el desarrollo de la capacidad productiva. Por
otro lado y en su necesidad de aumentar los ingresos del Estado, supuestamente
obligó, a comienzos de 1987, a las empresas a prestarle dinero al Estado.
En concreto, las empresas fueron forzadas a comprarle
al Estado Peruano bonos obligatorios por un valor que llegaba hasta el 30% de
las utilidades brutas que las empresas habían obtenido en 1986 (69). Con esta
medida, el Gobierno provocó airadas reacciones en el sector empresarial. Al
poco tiempo, algunas empresas fueron exoneradas del pago obligatorio y
finalmente el programa fue cancelado.
Al culminar el año 1987 la inflación era de 114,5%, la
economía se había estancado, la balanza de pagos tuvo un saldo negativo de 521
millones de dólares. Obligado por
las circunstancias a un cambio de rumbo, el gobierno recurrió, a fines de 1987,
al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial (BM) en busca de
préstamos. El experimento heterodoxo había llegado a su fin. En octubre de
1987, el gobierno procedió a devaluar el inti en 24 %. Los llamados
paquetazos siguieron dándose, de forma periódica, hasta setiembre de 1988,
llevando a una gran recesión económica. Pero García seguía sin aceptar la
necesidad de una línea clara
El equipo económico de García intentaba persuadir a
García de la necesidad de un shock ortodoxo: Déficit cero a través de aumentos
fuertísimos de impuestos y tarifas y la eliminación de subsidios. Pero García,
temiendo el costo político de tal decisión, sólo accedió a un camino medio sin
resolver el problema de fondo: Un Estado en bancarrota (déficit fiscal) y una
economía que importaba más de lo que exportaba (déficit comercial).
El resultado pregúntale a tus padres o abuelos, ya que
ellos probablemente fueron la que la pasaron peor. Escaces de alimentos de
primera necesidad. Día a día los precios se disparaban. Inflación a niveles
astronómicos.
El plan, denominado Plan Cero, contribuyó a
generar una inflación aún mucho mayor, sobre todo en relación con los productos
importadas. Así, por ejemplo, el precio de los productos farmacéuticos subió
600 % y el de la gasolina 400 %. Además, se eliminó el sistema del
control de precios con excepción de 42 productos básicos.
Bajo el mando del nuevo Ministro de Economía, César
Vásquez Bazán, la inflación cayó, pero no de forma sustancial. La tasa anual de
inflación fue de 2000% en 1989. Los últimos meses de 1989 fueron usados en
gastar las magras reservas internacionales para reactivar en algo la economía
en vista de las prontas elecciones. Así, en marzo de 1990, las reservas
internacionales eran de apenas 190 millones de dólares.
Aspecto Social
Básicamente dentro del aspecto social lo más
resaltante y relevante que enfrentó el gobierno de García fue el terrorismo.
Había alcanzado su cumbre entre 1986 y 1988. Dentro de este contexto se produjo
el caso de la matanza de terroristas amotinados en los distintos centros
penitenciarios de Lima el 19 de junio de 1986.
Gracias a esa violencia miles de vidas cayeron en
vano, se realizaron actos de represión militar. En un principio parecía que
Alan García frenaría las violaciones contra los derechos humanos pero podemos
ver que al final, permite que todas estas injusticias continúen.
A partir de 1988 y 1989 los grupos
terroristas intensificaron su ola de atentados en Lima y varias otras ciudades
frente a la impotencia gubernamental.
La controversia se volvió a dar cuando a menos de veinte días de la
transferencia al nuevo gobierno, Víctor Polay, "Comandante Rolando" y
47 militantes del Movimiento Revolucionario Túpac
Amaru lograron fugar del penal de "máxima
seguridad" Miguel Castro Castro a través de un túnel de 330 metros construido
desde fuera del penal. La construcción no contaba con conexiones de agua ni
desagüe, instalaciones de servicios de alumbrado y tampoco un respiradero que
facilitaria el trabajo operativo.
Más allá del hecho mismo, la repercusión obtenida por el Movimiento
Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), a nivel nacional e internacional, constituyó
un duro cuestionamiento no sólo a la estrategia antisubversiva del Gobierno
Peruano, sino también a la capacidad operativa de las autoridades policiales y
penales del pais.
Aspecto político
Dentro del aspecto político podemos apreciar que la
oposición del gobierno creció significativamente desde el intento de
estatización de la banca. La inestabilidad económica y el terrorismo causarían
un cambio en la mentalidad de la gente, tanto así que después termino saliendo
electo Fujimori. La gente quería un cambio y creyó a todas las palabras que
Fujimori dijo. Para que entendamos que hay mucha gente ignorante entre nosotros
que solo quiere lo rápido y es muy vulnerable y ese es un tema que había y
sigue en el Perú.
La aprobación de García en setiembre de 1985 fue de
90% según la encuestadora Apoyo; En 1989 las cifras continuaron cayendo y
empezó el año con 9% de aprobación; a fines del mismo año su aprobación subió a
14% y durante 1990 continuó subiendo, siendo en julio de 21%. Vemos como
drásticamente cambia la aprobación del pueblo, un pueblo que se dejó llevar por
las palabras y que al final termina resentido y frustrado por haber creído
firmemente en una persona que simplemente fue uno más que los llevo a una
prosperidad falaz. Podemos ver claramente los datos.